PRÓLOGO


Todo lo que puede encontrar aquí el lector, si es que se lo puede llamar lector, ya sea por su capacidad o indiferencia, es una espontánea asimilación de hechos práctico verídicos que no tienen otra intención que la de comparar sujeciones funcionales, sin dejar de tomar como meta la perspicacia.
No podríamos decir, sin embargo, que se ha escrito por puro placer, si es que consideramos al placer como un regocijo egoísta e interesado.
No entenderá este ejemplar si no tiene una formada educación desarrollada acorde a la técnica evidenciada. Tampoco intente dejar de leerlo porque entenderá menos. Todo lo implícito en esta obra no es una casualidad, al igual que los personajes que están en ella.

PRIMERA PARTE. Juicio Uno. LA ASEVERACIÓN


Para definir lo que es un cuento, deberíamos ahondar en clasificaciones mundanas retraídas por sí mismas hacia acepciones completamente reales.
Cuento, o cuento, como se lo define normalmente, significa “toda historia relativa que recita ciertas cotidianeidades plasmadas por el consciente ambirazonal de la mente humana”.
Con esto, interpretamos que la razón difiere del resto, en este caso, de la conclusión.
El coloquio es responsable, pero no por sí mismo, sino por su comprensión. Sin embargo, no encontramos siempre lo que buscamos, ni buscamos solo para encontrar.
Para evidenciar nuestra tesis solo debemos remontarnos, con todo lo que conlleva ello, a la síntesis propia del pasado, es decir, la memoria.

Para escribir un cuento no solo se debe escribir, hay para ello ciertas herramientas extra materiales que nos ayudan a fabricar narraciones de ensueño, escritos y reseñas que evocan familiaridades vocales de nuestra lengua.
El cuento por su propio coraje no dice nada, es su contexto y trivialidad lo que lo hace único y universal.
Siempre y cuando hablemos del cuento como lo que es, podremos percibir su totalidad.
Ahora bien, cada persona, podría decirse, es un cuento; no una mentira, sino una historia retratada en el infinito.
Como podemos distinguir lo que es bueno y lo que es malo, caemos inevitablemente en la consideración mas corriente del individuo, sobre el cual divisamos aciertos y errores.
Para ello apartamos una enésima cantidad de relatos, o mejor dicho un conjunto de frases evolutivas que nos dan como resultado connotaciones del ser.

* * *

-¡No puedes negar que lo hice bien! -dijo eufórico aquel hombre que acababa de transmitir sus pensamientos a todo el que se hubiera acercado a uno de los recintos del municipio de su ciudad natal.
-Ciertamente estuvo usted convincente mi querido amigo. Todo el pueblo habla de usted y de su poder convocatorio. Si tuviera la oportunidad de explayarme como usted, de seguro pecaría de vanidad.
-¡Oh, no, no hable usted así!, lo mío es solo estudio y dedicación, no hay mas trucos. Además, uno no es lo que es, sino lo que demuestra ser; por lo tanto mi estimado devoto, no pretenda que su intelectual activo fomente aspiraciones inalcanzables.
El compañero concurrente no dijo nada, quedó perplejo; tal vez por ignorancia, o quizás, que es lo más probable, por no saber capitalizar lo aprendido.

* * *

Como notamos en nuestro primer relato, titulado El Espectador Celoso, el circunstante juzga a través de su deducción y no por el mero sentido de su contenido. Cabe destacar que sus propias ambiciones retratan cualidades extra egoístas y que no se adhieren a un solo sentido.
Sería modesto catapultar el tiempo (mas tarde hablaremos de él), cuando lo que de verdad importa es el hoy.

En el inhóspito calendario, el día de la semana es uno más. Uno más en el que uno se atreve a desafiar las pautas establecidas. Estas o esas pautas que nada tienen que ver con lo convencional, o mejor dicho, con una sigilosa necesidad de los hechos. Para ello contribuimos con el pasado, enterrando malversaciones de nuestro ente, que, siempre y cuando tenga legibilidad, podrá carecer de su inteligencia.
Si quisiéramos hablar mas profundamente del tema abordado, tal vez podríamos hurgar en el inconsciente universal. Todo lo que puede encontrarse son abundantes aplicaciones al ser, ya sea desde el punto de vista calificativo u ordinario o de una estricta rectificación mal pensada.
La propuesta del No hacia una afirmación adversa se contrapone con el punto en cuestión.
Un No que tolera la trascendencia de su negación, se enfrenta a un profundo desastre paradójico emocional. Estamos hablando por su puesto, de paradojas estrictamente visuales, y no de las comúnmente llamadas Insubstanciales.
Mediante la sonrisa podemos propalar una cuantía congestión de sofocantes testimonios basados en infinidad de gesticulaciones que no dicen nada y que aportan, simplemente, una carencia similar al vacío.

Juicio Dos. CICLOS


Recordar, no es solo trasladarse a un pasado tormentoso, sino también inmiscuir en tiempo y espacio, a la interminable afluencia de sucesos y faenas transcurridas durante ciertos lapsos.
Sería importante que destaquemos la inherente circunstancialidad del Minuto, lapso de tiempo en el que se podrían llegar a construir un numero incalculable de pasajes cuantitativos evocados a la sola meta de Estar.
Cuanto podríamos hablar del tiempo, componente único e imprescindible de nuestra existencia, pero ello nos llevaría la duración competente de la palabra misma; por lo tanto, por ahora lo dejaremos para mas adelante.
El tiempo, se define solo. El curso de su esencia es lo que lo hace diferente. Por eso cuando hablamos del tiempo no debemos caer en engañosas afinidades puestas en escena.
No podemos decir, sin embargo que sus fases están cansadas, si ellas mismas son las que se autoabastecen.
La puntualidad está por sobre sus adeptos, no por sobre el período que se utiliza para que este tenga legibilidad.
Por eso manifestamos que, cuando el No es No, las afirmaciones se anulan, pero no en su calificación; y cuando el Si es Si, la exaltación se exterioriza aún en lo más elemental.
Cuando muchos no hacen lo debido, otros tantos recitan discursos incrédulos, justificados en hipótesis que marcan un hoy y un mañana.
Estos son los mismos discursos que deterioran su transición.

Como bien lo puntualiza la creencia popular, lo que no es de uno se compromete a permanecer fuera de nuestro alcance, y sin dar mayores explicaciones, se remonta a la inverosimilitud pura.
Mientras en la época de recesión, todos se esmeraban en admitir una desvinculación certera, algunos (aún hoy lo siguen haciendo) destacan situaciones que poco se emparientan con la realidad.
Tal incertidumbre, emana sinsabores vinculados con un valor al cual no se corresponde.
Por consiguiente, el Fin, tomado como remate de la circunstancia, enaltece sus códigos para compensar sus atribuciones.

Habría que resolver, sobre todo por una cuestión recíproca, el Que pasó de los desencuentros. Acaso por no dañar ciertos aspectos, o a lo mejor, solo por no irritar conductas que llenan huecos insalvables para la condición juzgada.
Alguien alguna vez supo decir Empecé a verte cuando cerré los ojos; con esto no pretendemos hacer alusión nadie. Sin embargo todos sabemos a lo que nos referimos: los Sueños.
Los Sueños, como comúnmente los llamamos, transgreden en la simplicidad de las cosas. Engrandecen, o más, lo que está a nuestro alrededor y dignifican lo deseado.
Permitirse ampliar el concepto de esta frase o dicho, no significa nada en cuanto al sentido convencional; pero sí ratifica que lo que vemos está por sobre nuestra capacidad imaginativa por el solo hecho de existir.
Si siguiéramos analizando este tipo expresiones no deberíamos olvidarnos de aquella que se compromete así: Se parece a todos, pero no es ninguno.
Una maravillosa fuerza sobrevuela esta oración, que más que ser lo que es, es lo que todos piensan.
Para no aburrir, que sería lo peor después de la saturación, observaremos como los estados de la mente, mantienen una postura neutra en cuanto a la solidificación de sus pensamientos discrepantes.

Así pues, razonaremos el último enunciado para redondear la idea. ¿Alguna vez te dije que no?.
Esta sentencia afirma por sí sola, que no esta todo perdido. Podemos armar y concebir formas cuyos factores no interfieren en su planeamiento. Por el contrario, ocurriría una trágica contradicción al no tomarla por la coherencia rigurosa de su razón.

Juicio Tres. TODAS LAS HISTORIAS


Cada vez que se menciona la palabra Espacio con un alcance calificativo, se produce un compromiso en el cual uno es esclavo, no de lo dicho, sino de la permanencia (de estar, permanecer) al cual pertenece el Todo.
La ética filosófica que no siempre es contraria, propone pautas que recurren al componente plástico vital, conocido como Yo soy, Tu eres, Él es, pero que no claudican en su negación, tal vez porque su clasificación no sea correcta.
Cualquiera que se vea extraño, siéntase relegado del paraíso, pues su conciencia esta en tinieblas.
Esta máxima, que podemos encontrar en el encantador libro Sicología sin Limites, de un autor que nombraremos mas adelante, refleja la decadencia bilateral de ciertos aspectos diagonales.
La observación radica en analizar un contexto que anexado al blanco fijo, elabora una permanencia contingente que no siempre es imparcial.
Ahora, no creamos que la salvación es propia si la deuda es ajena.
Si se racionaliza la lógica, lo más factible es que se omita su mala praxis.
La forma, como excusa de la esencia sistemática, subraya valores de origen intrapersonal que simulan argumentos para su concepto.

* * *

Osos que ven, Corazón que siente.


La pobre comadreja se sintió tan observada que decidió apartarse del lugar donde recogía su alimento.
Allí, en ese ámbito donde convivían una cantidad incalculable de especimenes, la comadreja era una de las más inofensivas criaturas (quizás por su tamaño).
Por ello, el búho, aprovechó para observar a su próxima caza. No era la comadreja por supuesto, pero la contemplación del lugar le sirvió para darse por informado de que podía comerse lo que quisiera.
Luego de advertir la presencia de un grupo de insectos, el locuaz pero poco hábil búho, atacó sin mas reparos. Fue allí cuando el oso, que deambulaba sin cuidado, aprovechó la confusión para embutirse a los bichos. Toda la comunidad animal quedó estupefacta con la actitud del oso.
-¡¿Pero que has hecho Oso, te has comido a los indefensos bicharracos?!. -atinó a reprochar un León que imponía su status.
-Deberías haberlos defendido. ¿Qué tienes para decir a la generalidad, bestia inescrupulosa?
-Que eran los únicos de su especie y altamente venenosos. Que si no me los comía yo, se los comía cualquiera de ustedes. Que los he salvado de la muerte y que se han quedado sin el único macho de mi genero.

* * *

Esta espléndida cátedra de compañerismo denominada Osos que ven, Corazón que siente del mismo literato que Puertas a la Nada y Formas para un mundo peor, eleva hasta lo mas alto la camaradería existente en el mundo salvaje.
De allí deducimos que la psiquis se torna subliminal cuando la abstinencia regula sus fuentes.
La eternidad es el paraíso de los momentos, supo decir alguien, sin saber que por mas que quisiera no podría escapar de ellos.
Pues entonces, si la decadencia del espíritu lleva las cadenas flojas, porque no intentar soltarse y dejarse llevar por sus ciclos.
Cuando la continuidad vale (y eso ténganlo siempre presente) la prueba pierde valor.
La eterna movilidad del pensamiento humano (siempre y cuando no cese) desarrolla cualidades de acuerdo con su idoneidad.
Por ello la espontaneidad vale como tal y no como una excepción de lo habitual.
La modestia es algo siniestra si se la ve desde un punto de visto celoso. Allí convergen un sin fin de conductas capaces de dejar sin aliento a los sujetos de índole divino.
En nuestro próximo relato veremos como un hombre fomenta tales atributos.

* * *

Conciencia Tranquila.


La ciudad mas limpia de la región, era también la más pobre.
Por lo tanto, el hombre rubio que vivía en la pieza que estaba arriba de la verdulería, tomó sus cosas y se marchó.
-¿Adónde va buen hombre?. -preguntó el verdulero asombrado.
Nuestro protagonista había pasado buena parte de su existencia en ese cuarto.
-Me largo de esta mugrienta ciudad.
-Pero si es la más pulcra del estado. -replicó el morocho comerciante.
-Será pulcra pero es imposible vivir en ella. No hay trabajo y la gente se muere de hambre. Es obvio que este limpia, si no hay fabricas que arrojen desechos, ni hay basura donde no se come.
-¿Y qué hay con su trabajo?.
-Me despidieron. Ganaba lo suficiente como para vivir y además era el único trabajo decente de esta ciudad.
-Ah... ¿y de qué trabajaba?.
-Era barrendero.

* * *

Los sentidos concluyen siempre en la misma cosa: Las ganas nunca fallan. Y menos si se trata de establecer un contacto mínimo con la conveniencia.
En Conciencia Tranquila, alcanzamos el grado máximo de rectificación al cual nos debemos.
Sin herir, el protagonista hace apreciar a su vecino que lo que se ve siempre es adecuado si se lo toma como tal. Ahora, si hubiera sido al revés, el que equivocado hubiese sido el otro.
Cualquiera de los dos podría haber matizado así su experiencia.
Dejamos de lado la ficción y nos enterramos en la inocuidad para desembocar en el transitorio planeta vivaz. Es ahí donde acrecentamos la rutina y perdemos simplicidad.
La enajenación no es solo para los enajenados, la ubicación no es solo para ubicados, la guerra no es solo para todos, también otros tienen derecho a soportarla.
Con estas o parecidas frases terminaríamos esta tercera etapa que tanta complacencia nos ha regalado (ya hablaremos mas tarde de los regalos).

Juicio Cuatro. UNA NOCHE INFINITA


Un regalo. ¿Qué es un regalo si no lo tomamos como tal?
La transparencia de la intención del regalador hacia el regalado, resume la seguridad de que el obsequio fue dado con gratitud (por eso es que los regalos son al mismo tiempo expresión e instancia).
Cuando la población de un país tiende a descubrir la anulación de su pensamiento, evidencia todos los tipos de suicidios. El sentido del regalo tiene que ver con esto, puesto que si no hay terreno, no hay construcción. Si no hay regalo, no hay agradecimiento, sino hay agradecimiento no hay orgullo. Esto es lo que somos, lo que comemos, lo que tiramos e incluso lo que regalamos.
Para no perder el hilo podríamos charlar un poco de los Bosques.
Esos lugares tan recónditos a los que uno llega, solo yendo por el camino al que los conduce.
Por lógica, coincidimos que no están únicamente para nosotros. También otras gentes coinciden en estos páramos. Allí paran, contemplan, aman y sueñan.
Los bosques son como los ancestros, siempre hablamos de ellos. En resumen, la trascendencia es solo para entendidos. No procuremos conseguir su aprobación si no hemos llegado hasta ellos, aunque sea una vez al año. *
Si ya hablamos de las manipulaciones, deberíamos mencionar aunque sea dos o tres conceptos de lo que denominamos Cuerpo o Sustancia. La materia compuesta por organismos intra vasculares, controla y regula los átomos que nacen de la célula (siempre hablamos por supuesto, de la célula como repetición y no como claridad).
La locación es sumamente equivoca con respecto a la coagulación, por eso decimos que nunca favorecen su desarrollo pero sí su expansión.
Cuerpo es todo aquello que se siente pero que es condicional en su visión (no podemos ver los cuerpos celestes).

Muy por el contrario están los anticuerpos. Estos diminutos seres que de vez en cuando asimilan lo comestible para después rechazarlo.
Por ello es que nunca crecen demasiado como para llegar a la adultez. Se reproducen de niños y se mueren jóvenes.
La juventud, dicen los que saben, es algo circunstante y no aleatorio. Estos y otros conceptos advertimos en nuestro siguiente relato.

* * *

La Conquista de su Elección.


La llave se introdujo y dio dos vueltas hasta lograr su objetivo: abrir la puerta. La mano izquierda buscó palpando la pared hasta encontrar el interruptor. La luz apareció con una velocidad extraordinaria. La sala estaba fría, y el silencio ensordecedor. Dejó su abrigo en una silla y se dirigió a la habitación. Prendió otra luz y se sentó en la cama. Abrió un pequeño cajón y tomó un revolver. Desarmó un paquete que contenía balas. Cargó el arma y abrió su seguro. Salió del apartamento sin cerrar con llave. Bajó por las escaleras los cuatro pisos que lo separaban del hall de entrada. Paró un momento y pensó. Volvió a subir pero esta vez por el ascensor. Recogió una bolsa. Miró a su alrededor. Vio el teléfono y se dirigió a él. Levantó el tubo, discó, habló y cortó.
Bajó nuevamente y al llegar a la calle alguien le habló:
-¡Menos mal que dije que te apures, la policía esta por llegar!
Levantó sus brazos y apuntó. La bala cruzó la cabeza entrando por la frente.
El patrullero paró. Un agente y cuatro disparos pusieron fin a esta historia.
Él prefería morir, a tener que vivir apurado.

* * *

La coherencia nunca mata el pretexto si no es con la equidad.
En La Conquista de su elección denotamos la más clara influencia anarquista. Un personaje que transmite inseguridad, debe contenerse para darle significado a la contundencia, que a su vez edifica un ambiente áspero que lo contiene.
La verdad de la comprensión esta en la penetración de su magnitud; todo lo que vemos agudiza el sentido al cual se refiere la cuestión, dándole una opinión más amplia a su notoriedad.
Se sabe, buscar lo mejor es lo mas destacado de las costumbres del espíritu. Por ello, presentamos este pequeñísimo relato que sentencia todo lo íntegro de la sensibilidad.

* * *

Aturdido, vencido. Así se sentía después de tanto para nada.
Cansado de desafiar un abismo que lo consumía. Harto de garabatos que pretendían ser dibujos, de amaneceres sin soles.
Sin embargo, había algo que le devolvía el sentido a su vida, algo que le inyectaba el espíritu que ya no tenía.
Ese algo era ella...
Ahora, la tomaría de la mano y, juntos correrían hacia la libertad.

* * *


* Por lo general los buques balleneros usan tinas de hierro para el aceite, pero no termino de entender porque este nos las lleva. (Nota de R. P.)

Juicio Cinco. RAPTANDO UN RAYO DE LUZ


El Azar será el tema de este nuevo juicio (lo hemos llamado así por el famoso Juicio de Valores que tantas satisfacciones nos ha dado)
El azar no entiende, por supuesto, de los deseos. Es solo un absurdo del destino, el cual nadie elige para no comprometerse.
Cargarse a uno mismo de albures no tendría curso sino a través de la comunicación que se expresa mediante el fervor de realizarse solitariamente.
En ello encontramos que las apariencias engañan pero solo desde el lado afectivo; ese mismo lado que nunca se atreve a dar la cara, simplemente porque no la tiene.
La putrefacción es lo más básico de la negligencia. Los que confraternizan con esta aptitud congenian también con la carencia de armonía; la misma armonía con la que los músicos desarrollan sus piezas musicales. Indudablemente la destreza polifónica concordia con su alcance.
Se conoce solo la parte exterior de la razón sonora, pero se desconoce su superfluidad antagonista.
Por consiguiente, el relato correlativo apreciará su crédito hasta el punto más invisible.

* * *

Me llamo con un nombre el cual todos me denominan, o por lo menos así me apodan.
Vivo en mi casa, que queda en un terreno que mi padre compro con un dinero que le debía la fabrica donde él trabajaba.
Me encanta pedalear en bicicleta y jugar con unos chicos que dicen ser mis amigos. Por las tardes, sobre todo por la noche, me gusta leer novelas de autores reconocidos como por ejemplo: los de la época fantástica y quimérica.
He tratado de imitarlos escribiendo novelas de origen fantástico y quimérico pero siempre con poca fortuna.
El profesor que me enseña a escribir (cuentos y novelas) tiene una cuantiosa y prolija biblioteca, pero nunca me ha dejado leer ningún libro, ni siquiera los que ha escrito él.
En realidad muy pocos me entienden. Solo lo hace mi hermano menor, que vive en otra ciudad, al cual mi padre cuando nació le puso el nombre del prócer de mi pueblo: el que corrió a los indios y fundó el lugar.
A veces cuando me voy a dormir, cierro los ojos y cuando me despierto por la mañana ya no me acuerdo de nada. Me dijeron que a mucha gente le ocurre eso, pero yo voy a tratar de superarlo.
En la escuela me aburro solo cuando estoy ahí. En el camino de regreso a mi casa ya empiezo a sentir otras cosas y cuando llego no me aburro si encuentro algo que me divierta.
En fin, creo que nada sirve sino es útil, incluso que me llamen por mi nombre.

* * *

La mentira como pretexto de una verdad incierta proclama la inseguridad del locutor al afirmar una contradicción negativa. Por lo tanto, la mentira no se compromete nunca en su sentido si no es contraria a su correspondiente aseveración.
La coherencia de la mentira dispone de la más alta discrepancia en cuanto a su infinita capacidad de dilatación conceptual, siempre y cuando se trate de una mentira real y no de la mentira propiamente dicha.
Alguno de estos conceptos, que son creíbles o no, podemos encontrar en el fascinante libro de auto comprensión La Verdadera Historia de las Mentiras, compendio de la más grande selección de pensamientos de este genero.
La falsedad, el engaño, la calumnia, son ideas que poco ayudan en el desarrollo emocional de la persona. Tampoco contribuyen en el planeamiento psico-social, haciendo de este último una aglomeración de absurdos. Un niño nunca expresa la mentira como forma de idiosincrasia, sino que, producto de su pureza, ignora su significado y es inadvertido total de su consecuencia. No así el adulto, que aun conociendo su efecto, no calcula (o no le importa en el peor de los casos) el desenlace del mismo, produciendo mayoritariamente un absoluto desorden psicológico en él y en los receptores de su cometido.
La controversia planteada por el autor de este ejemplar nos lleva a un mundo de fantasía (¿qué es una mentira sino una fantasía?) en el cual es inevitable ‘dormirse’. Cada palabra, cada frase que refleja una falacia, es tomada por el destinatario como algo real y cierto, hasta el momento que por consecuencia de las dudas descubre el embeleco originando una futura vacilación en lo expresado por el flamante mentiroso y por supuesto, ex honesto.

* * *

La Honestidad en mi Ser.


Los cuatro niños recorrían el puerto con gran asombro, creyendo de su visión la más espléndida muestra de fantasía e ilusión. Ilusión porque de chicos soñaban con el mar, con navegar durante largos períodos y con volver triunfantes de su empresa, gestándose así la más extraordinaria vivencia del hombre en las vastas aguas.
Pero eso no era lo único que los desvelaba entre estos amigos. El más pequeño fabulaba con ser escritor, y redactar bellas poesías, sobre todo idílicas. Su vida, transcurrida en el campo de sus abuelos, dejaba apreciar su inclinación hacia ciertos rubros poéticos.
El más grande en tanto quería ser como su padre: albañil. Divagaba con erigir inmensas construcciones edilicias y de este modo proporcionar a la población de una vivienda cómoda y pintoresca (pues creía mucho en su buen gusto). Su padre y su abuelo habían facilitado la accesibilidad de la clase baja de poseer un humilde pero modesto albergue. De esta manera, el chicuelo mantendría la tradición productiva de su familia.
El mediano también soñaba, y bien que soñaba; pero él quería una vida fácil, de lujos y riqueza; poco le gustaba el trabajo y lo que hacía, lo hacía con desgano.
En cuanto al cuarto no puede disimularse, soy yo, el mismo que escribe esta líneas. Supongo que mis sueños si se cumplieron; tengo una hermosa familia, un buen trabajo y sobre todo soy muy feliz. Pero no así mis olvidados amigos. Ellos no cumplieron ninguno de sus sueños; su vida, siempre fue una triste mentira.

* * *


La polémica puesta en escena en este relato titulado La Honestidad en mi Ser *, subraya puntos que la misma cuestiona.



* El autor se refiere al libro La Honestidad en mi Ser **, que subraya puntos que la polémica puesta en escena cuestiona.

** La Honestidad en mi Ser.

Juicio Seis. ABSURDOS Y DERECHOS


Un filósofo y dos psicólogos reconocidos mundialmente se han puesto de acuerdo en cuanto a las necesidades fisiológicas y mentales del ser humano. Tras un arduo estudio social, sobre todo individual, resolvieron hacer una lista de derechos a la cual el hombre no debe ser indiferente. Esta lista o canon que contiene una infinidad de ítem, sirve para que el individuo tome conciencia de que la libertad es el derecho inaugural de la fisonomía del sujeto.
Por ello es importante tener en cuenta por ejemplo el ítem que proclama Todo individuo tiene derecho a vivir la vida hasta su muerte, si es que no muere antes.
Otro que parece necio pero que tiene un gran contenido es Toda pared o medianera, al igual que los muros, tienen derecho a ser pintadas, así también como los muebles tienen derecho a ser barnizados y los pisos lustrados.
Este tratado llamado Sumario de los Derechos Personales, Mobiliarios e Inmobiliarios nos regala en su final una tierna postura defensiva hacia los niños: Todo niño tiene derecho a mentir en cuanto no niegue que su afirmación o negación es inversa al sentido que le ha puesto a su frase.
El mundo esta lleno de sis y nos, de sinónimos y antónimos, de recién nacidos y de no gestados, de blancos y negros y de rojos y no rojos.
El mundo esta lleno de tantas cosas que ya nadie sabe donde meterlas.
Con esta oración comienza el admirable volumen que nos dejó post mortem nuestro queridísimo autor de tantas novelas y cuentos cortos, el afamado literato, como así lo llamaban.
Mucho y muchos hemos aprendido de él. Con su simpleza, su perfección y sobre todo con su jerarquía como elevado, montó la mayor biblioteca de narraciones sobrehumanas y taumatúrgicas y enalteció la obra literaria de nuestro país.

El que me quiera enseñar a vivir, dijo un viejo sabio, deberá tener talento pues lo pondré a prueba.
El mismo viejo sabio que un año después, no resistió la tentación de dejarse caer del séptimo piso de un edificio aledaño a su casa, manifestó esto, dejando perplejo a las gentes que no supieron disfrutar de su estancia entre los mortales.
La vida es mucho más que un simple sueño, es un pasaje arriesgado hacia la eternidad. Los que caminan sin rumbo no saben que la travesía errante conduce a caminos certeros, sin que ellos se lo imaginen.
Por eso es que lo perdido está tan cerca nuestro que es imposible alcanzarlo (como el 7 que es el más cercano al 8 pero que nunca llega a él).
La respuesta de un nictofóbico a la pregunta de ¿si la noche es más oscura que si misma, es oscura la oscuridad? revela la ansiedad del enfermo a confraternizar con aquellas situaciones en la que la luz es la reina del ambiente.
Cuando hablamos de la noche como refugio circunstancial de aquellos que no soportan el resplandor amenazante del día, estamos comparándolo inevitablemente con la desaparición casual de evidencias que marquen el entendimiento real de la situación.

Mucha más amplia es la relación entre sonido e imagen. Mientras la primera agudiza la angustia de fatiga temporal y condiciona gradualmente los trayectos invariables, la segunda muestra circunstancias basadas en el detenimiento y formadas por la observación.
Asimismo el sujeto ha formulado desde tiempos remotos, preguntas que este no ha comprendido claramente, como ¿Será otra vez algún viento contrario, o una tromba que nos empuje al norte?.
Los caminos que el hombre se encarga de hacer, marcan el destino por el cual transitará toda su vida. Es entonces cuando el más sagaz no pierde la oportunidad de tomar la delantera.
La ocasión nunca es en vano, nace, vive y muere en su circunstancia.
En el siguiente relato veremos la puntualidad de lo expresado.

* * *

La Luz Perdida.

En un día como hoy en un lugar como este, una vez, quedó todo oscuro. La sombra se apoderó del ambiente, la negrura se hizo absoluta, la tenebrosidad causó pavura. La noche extinguió cualquier vestigio de destello, la nebulosidad recorrió los terrenos de aquel sitio. La zona se transformó en un aterrador paraje de tinieblas.
Toda energía posible se ahogó en un simple cese. La vida se convirtió en una enloquecedora pesadilla. La ausencia de claridad era latente en el espacio. Los espectros vislumbraban aún mas sombríos y la penumbra gobernaba el trance con la más estremecedora frialdad.
Aquel día en ese lugar, la vida agonizó. No fue el fin, pero pasados muchos años nadie tuvo la menor duda, ningún ser, vaciló en denominar a aquel acontecimiento como La Luz Perdida.

* * *

En esta corta pero mágica narración, vemos cuan peligrosa puede ser la incidencia si se la discute en términos más infaustos.
La acertada titulación que el autor ha guardado para su texto, pregona que esa luz puede llegar a representar cualquiera de los infinitos elementos que constituyen nuestro universo, y la perdida, la desaparición total o parcial de dichos elementos.
El oportuno descanso, tiende simultáneamente a condicionar la manera de desear, ya que la conducta del hombre actúa por un fin último al cual se lo propone como bueno.
El hecho de que los hombres muestren en sí mismo la perfección, evita la tentación del racionalismo y garantiza el equilibrio y recto desarrollo de la vida individual y el anhelo de elegir los medios adecuados.
¿Acaso sabe un filósofo todo lo que lucha un gato para conseguir a su presa?.
El sentido de responsabilidad no basta con el deseo de querer trabajar, pero el consejo básico de autocríticas es incompatible con la pretensión de crear las bases para un nuevo desarrollo estatal.
Me encantaría hablarles de algo que considero, sé demasiado. Algo que otros tantos dicen saber mas que yo: estoy hablando, y de esto no cabe la menor duda, de la llamada Respuesta Mágica.
Esa respuesta que damos todos cuando no sabemos que contestar algo que nos es indiferente, los dramaturgos la llamamos La Respuesta Mágica.
¿Quién no ha respondido una tontería a una pregunta tonta?.
Por eso nuestra conclusión a este tema, es que los argumentos son correlativos en cuanto a la relación directa del cuestionamiento, pero no si la analogía es incidental.
Es decir, para que entendamos mejor la relación, pondremos un ejemplo fácil. Si este libro tuviera un supremo instante de regodeo y además se hiciera este perdurable, tal vez el lector llegue a leerlo nuevamente hasta colmar su satisfacción.
Retomando el tema de las aspiraciones, nos quedó aclarar que no siempre son inalcanzables, a veces la fatalidad nos recompensa de manera dubitativa.
Incluso sería aventurado hablar de un discurso poco convincente, con palabras y lenguajes sin sentido que dan vueltas y que al fin de cuentas no dicen nada.
Muchos son los que se refugian en este tipo de exposiciones por el solo hecho de carecer de imaginación, dejando así su reputación caer en lo más bajo y creyendo que su trabajo sirve mas que una lección.
Indudablemente no hay quien remedie estas actitudes poco ingeniosas, pero lo mejor que podemos hacer es precisamente no consumirlas.
El Bostezo de un león no puede compararse nunca con las tapas a rosca o con el brillo de un cristal. Hay cosas que son irrefutables y que por más impulso mental que hagamos, nunca llegaremos a percibir.

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-Regresemos a casa, -dijo el hermano mas chico de todos- mamá nos espera con la comida.
Entre ellos nunca había peleas (eran dos hermanitos huérfanos) pero sí discusiones.
Por lo general altercaban sobre las diferencias de inteligencia, pero nunca acordaban cual era el menos inteligente.
Habían vivido toda su infancia en el campo de su abuelo, pero ahora seguían viviendo allí.
Por las mañanas ordeñaban las vacas y regaban las plantas, pero a la tarde no.
A la tarde, si se quedaban en la chacra no iban al colegio y si no se quedaban en la chacra tampoco iban al colegio porque su abuelo era maestro recibido y todas las noches religiosamente jugaban al tejo a la luz de la luna.
Una vez el abuelo, no me acuerdo cuando, le compró para el cumpleaños del mas chico, un álbum de figuritas inédito que el toda su vida quiso tener.
Lo llenaron con su hermano y el abuelo les compró otro álbum. Pero este no lo quisieron llenar porque ya habían llenado el otro.
Para otra oportunidad, el abuelo les prometió que le regalaría la remera de su club, pero para otra oportunidad.
Cuando el mas grande se recibió en la universidad de Ingeniero Agrónomo, el abuelo y el hermano lo felicitaron.
Cuando el más chico se recibió en la universidad de Ingeniero Civil, el mas grande había muerto y el abuelo lo felicitó.
Pasados los años, el mas chico y el abuelo se mudaron a la ciudad.
El mas chico siguió la tradición de su hermano de ordeñar vacas y el abuelo siguió la tradición de su nieto: se murió.
Al quedar el mas chico solo, recordó las discusiones con su hermano y llorando desconsoladamente tomó unas pastillas y se las tragó con el mayor desconsuelo.
Esa noche durmió como un bebe. Por la mañana, bien temprano empacó y se fue vaya uno a saber donde.
Dicen que el abuelo les pegaba.

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Juicio Siete. SIETE


Entender el razonamiento animal es una incógnita que ha llevado miles de años descifrar. El animal tampoco entiende al ser humano (eso es lo que creemos) ya que nunca se ha puesto en contacto con él (siempre hablando de un contacto certero).
Consecuentemente, la bioética declara nulos estos encuentros. Es decir, seria imposible tenerlos, obviamente, porque hay leyes que lo prohíben.
El antecedente reforzó aún más esta medida. Hace unos años en un país del norte una descarada mujer trató de useless * a un perrito con tres patitas. De ahí en mas, el vinculo humano-animal quedó totalmente anulado.
¿Cómo destacarse en el campo de lo visual?. Esa es una de las tantas preguntas que los ciudadanos menos ilustres se cuestionan. En nuestro próximo cuento, cualquiera podrá darse cuenta como.

* Inútil. En Castellano en el original. (Nota de R.P.)

* * *

Don y su Primera Visión.

Soy yo. Sí yo. Hola. Hoy vine porque quiero contarles una de mis tantas aventuras por la vida. No soy escritor, pero cada vez que me pasa algo que creo interesante, lo anoto.
Caminaba yo plácidamente... ¡no, mentira!. Esa es la forma que ustedes esperaban que yo relate mi historia.
Bueno... Un día, mas exactamente un sábado, me dirigía yo a la peluquería de un amigo a afeitarme como lo hago de costumbre cada fin de semana.
A decir verdad, el día estaba espléndidamente soleado, muy sereno y lleno de gente por supuesto.
Gente que aunque no tenía rumbo alguno, salía solo para disfrutar del apacible clima.
En la calle 7, donde mi compadre tenía su negocio, estaban la mayoría de las tiendas importantes de mi pueblo. Un pueblo chico, de no más de mil habitantes.

Está de más decir que todos nos conocíamos, transformando el poblado en una gran ‘familia’.
Primero saludé al cantinero, que tiene su salón casi en la esquina. Luego me dirigí a lo del zapatero para retirar unas botas que tenían las suelas descosidas, y por último entré en la barbería.
Me disponía yo a sentarme, cuando desde afuera, un fuerte estruendo desvió la vista de todo el que estuviera por allí. Asombrados mi compañero y yo salimos a chismear.
La verdad no sé como explicarlo. En el medio de la calle algo, o alguien, llamaba la atención. Era distinto, distinto a todo y a todos.
Se lo veía nervioso (nosotros también lo estábamos).
Me acerqué para verlo mejor, creo que era el que más cerca estaba. De repente me miró fijo, desvió la mirada un momento pero volvió a fijarse en mi.
Yo no tenía miedo, solo estaba intrigado.
Cuando nadie se lo esperaba, movió lo que parecía ser su boca y me dijo:
-Yo te conozco, tú eres Fa... Fa...
A ver... Far... Fat... bueno no entiendo la letra; sabrán entender que de joven escribía muy mal, me apuraba sin razón y por eso a veces no me entiendo ni yo mismo.
Me dolería dejarlos con la incertidumbre, pero no tengo mas remedio. Tal vez cuando pase en limpio estos papeles pueda solucionar este inconveniente.
Mientras tanto, hasta pronto.

* * *

Este suspense que el autor retrata en este cuento titulado Don y su primera visión, es pura y exclusivamente consecuencia de sus trastornos psíquicos.
Se sabe que este escritor tuvo de chico desórdenes y anomalías mentales que lo llevaron a permanecer un largo tiempo encerrado en un manicomio local.
Con el transcurso de los años esas irregularidades fueron cambiando pero nunca terminaron de sanarse totalmente.

Cambiando radicalmente de tema, a partir de aquí, descompondremos palabras y frases de frecuente utilización.
Se nos vino la noche: en realidad este dicho nunca quiso decir nada; el recurrir de esta frase por parte de pesimistas se debe preferentemente a su poca confiabilidad hacia la vida.
Cada cual atiende su juego: maravilloso parágrafo que hace sobrentender a todos (sin excepción de ninguno), que no debemos inmiscuir en la vida ajena. Es decir juego-vida / último-primero.
¡¡¡Llámame!!!: Su significado se trasladó a través de los años por toda la humanidad. No se puede explicar esta expresión por su alto grado de universalidad.
Creo que sí: que se puede decir de esta oración. Nada malo seguro. Es completa, optimista, relajada, esperanzadora, dulce, satisfactoria, concurrente, sólida y futurista. En otros casos es todo lo contrario.
Hay un sin fin de vocablos que podríamos meditar, pero no escribo este libro solo para ello. Considero importante otras cosas más trascendentales que son más esenciales por su primordialidad.
Este encanto de poesía de una autora nacional, tal vez ustedes la conozcan, llamada Poemitas a Mamá, contiene una serie de versos maravillosamente armados y que encierran un sentimiento casi acomplejado por aspectos maternales. He aquí las primeras estrofas:

El amor a ti llegó.
De un largo sueño despertó
esa ilusión tan esperada,
que tanta felicidad te dio
al anunciar mi llegada.

Cuando en mi cobijo
escucho tus palabras de dolor,
hago fuerzas y pido a Dios
que pueda salir yo pronto,
para no sentirme un tonto,
encerrado, y sin tu amor.

Hasta la melodía
del alba no pararé,
Triste y solo esperaré
Para abrasarte en tu regreso
Y si me prometes un beso
Te juro no lloraré.

He estado leyendo (mientras escribía) un par de libros que me interesaron bastante, sobre todo ciertos preceptos que hacen relevantes determinadas circunstancias:
Una mujer no puede soñar con un hombre. ¿Cómo lo haría si ella misma pertenece a su sueño?. Entonces todo es un sueño de otro sueño y por lo tanto las mujeres sueñan con hombres solo en sueños de hombres.
O sea que los hombres deciden que mujeres sueñan con que hombres.
Entonces decimos, ¿para qué sueña el hombre?. Solo para que sueñen las mujeres; pero para que sueñen solo con hombres.
La mística obtenida por el autor, denota características neomachistas que se contradicen con una premeditada creencia a que los hombres solo son una tercera parte de su ansiedad.
Una vez hallada la respuesta al dilema de ser optimista o pesimista, podremos saber que desenlace se obtiene de esta pugna que según su idiosincrasia es buena o mala.
A veces decimos un montón de cosas que no tienen sentido y que por lo tanto su final no.
Alguna vez se dijo que el párrafo de mas alto contenido poético era aquel que con una ínfima habilidad, satisfacía los anhelos del corazón femenino.
Tal vez sea cierto, o quizás no, pero si de algo hay que estar seguro es de eso.

Estas agudezas que sentencio, serían originales sino fuera porque de chico leí dos tremendos libros de los cuales adapto mis pensamientos.
Dividido en dos volúmenes, De nuevo otra vez lo mismo y De nuevo otra vez lo mismo, de vuelta, podrían considerarse, sin exagerar, un milagro de la literatura universal.
Entre las tantas adulaciones recibidas, tal vez la de su propio autor sea la mas justa:
“Majestuosidad libidinosa, clarividencia suprema y sobre todo monólogo desinteresado”.
¿A quién no le gustaría ser el autor de estas bellezas?. Quizás a su discrepante mas conocido: su mayor enemigo.

* * *

La Eternidad Estaba en Nuestros Labios.


Esa, era una de las tantas noches en que todo parecía normal, pero que en realidad esperaba una sorpresa.
Cuando èl llegó a ese lugar, esa noche, ella ya estaba ahí, desinteresada totalmente e inadvertida de su presencia. A él le asombró eso, quizás porque alguna otra vez las cosas habían sido diferentes.
Después de saludar al resto de los presentes, se quedó conversando con unos amigos, que al igual que él, esperaban algo más de aquel encuentro.
Entre charlas y risas, en el punto medio de la noche, se acercó a ella sin otros deseos que el de acompañarla.
El recibimiento fue mas que aceptado, hasta podría decirse que ella aguardaba su compañía.
Transcurría entonces una plática general en la cual todos regalaban bromas y ruidos, mientras ellos disimulaban su observación, intentando participar de ellas.
La noche estaba fría y cuando acabó la diversión, él se acercó a ella tanto como pudo, y le ofreció su abrigo para resguardarla del clima.
Sin que lo adviertan, estaban tan juntos que hasta podían sentir su nerviosismo al temblar. Y de alguna forma, quedó ella dormida apoyando la cabeza en su pecho.

Nada importaba más para él, que ese instante se hiciera eterno; y de un momento a otro, en un hecho espontáneo del destino, se besaron, y el mundo giró a su alrededor, tan solo en un abrir y cerrar de ojos. Pero fue suficiente, suficiente para que durara toda la eternidad.

* * *

La eternidad estaba en nuestros labios, plantea el encuentro de dos almas que sin proponérselo, cambian el rumbo de sus vidas con un simple beso.
Habría que ver que pasaba por la mente del autor en el momento de escribir este relato.
¿Será verídico? ¿Habrá sido este escritor el verdadero protagonista de la narración? ¿Ha adaptado el autor este suceso real a una sencilla reseña romántica? ¿Cómo saberlo?.
Sin dudas estas memorias, si se las puede llamar así, contribuyen al acercamiento sentimental de individuos que carecen de decisión para entablar esta clase de delicias mundanas. *
Mas adelante veremos como esta forma de pensar se revierte totalmente.

* Del autor de este libro (Nota de R.P.)

Juicio Ocho. ADMIRABLE SIENTE MIEDO


No. Comenzar un juicio no me es tan complicado; lo que sí aturde es llegar a terminarlo.
Es como el miedo que se mete fácil pero que se complica cuando se quiere alejarlo de uno.
Igual todo se termina alguna vez aunque no tenga un final. Yo podría dejar de escribir ahora. No sería el final adecuado, pero de todos modos estaría terminado.
Estuve pensando un montón de tiempo en si debía terminar esto acá o seguirlo unas paginas más. En realidad es difícil decidirse cuando acabar. A veces ni te das cuenta, y como decíamos antes, no es el final, pero igual se termina.
Incluso no sé que es más inteligente, si terminarlo en este lugar o terminarlo mas adelante. Es que nunca estas conforme. Si terminás, te da la sensación de que te olvidaste de poner algo, o se te ocurre otra idea que podrías haber escrito. Y si lo seguís te parece que ya estas hablando de más. No hay que olvidarse que el silencio es el discurso del sabio. Entonces, por ahora, opté por seguir.
¡Atención!.La mejor forma de no perderse en la lectura es seguir leyendo (seguir y seguir y seguir leyendo) o parar.
La trama puede ser enroscada o retorcida. Puede contener frases repetitivas, continuas, reiterativas, machacadoras y reincidentes. Incluso también insistentes, obstinadas, tercas y porfiadas.
También se puede parar de leer dos segundos...........................y retomar la lectura; y como dijimos antes, seguir y seguir y seguir leyendo aunque todavía no hallamos entendido nada.
Estas son algunas de las pautas que un texto puede sugerir.
A veces es molesto cuando el autor se explaya prolongadamente en cosas que nosotros ya sabemos o que en realidad no nos interesa, pero que siempre terminamos de leer cuando aparece el punto y aparte.

Es entonces ahí donde nos damos cuenta de que lo que leemos es parte de nuestros actos y que el autor ejerce un poder sobre nosotros que nos lleva a seguir atentos a lo que dice, aunque todavía no halla dicho nada.
¿Es así ese poder?, ¿Nos domina totalmente?, ¿Podemos dejar de atender cuando el autor nos atrapa con su lectura?
Pero de todas maneras leer es algo que nos apasiona, aunque no saquemos nada en conclusión. ¿Es verdad que nadie vuelve a leer la primera palabra del texto?

Al malestar público e intrascendente de las personas privadas podría encajársele el rotulo de Desoptimistas, una palabra que nació de la tesis psicológica de un griego (intrascendente, de paso) que en Paradojas y postales de mi ciudad superior retrae el significado opuesto a sus pensamientos más egoístas (recuerden sino, el encuentro de nómades tibetanos y jesuitas)
El problema que él tenia era que no se resignaba a perderla. A partir de ahí, lo demás era consecuencia de ese hecho.
Es decir, que, en el momento en que la relación llegó a su fin, la asimilación tardó pero llegó. Lo peor que pudo hacer es seguir viéndola. Y como la siguió viendo, la ilusión regresó. Entonces replanteo sus sentimientos y pensó que nunca se perdonaría perder la oportunidad de que volviera si es que desconocía que ella quería volver, o en el peor de los casos, no haber hecho nada para que ella vuelva. El problema que él tenia era que no se resignaba a perderla. A partir de ahí, lo demás era consecuencia de ese hecho.

Juicio Nueve. ABRAZO POSTERGADO


¿Dónde, donde estuviste tú, cuando más te necesité, cuando necesité un amigo?

* * *

Suena lógico que una persona este sola o que por lo menos no haya nadie a su alrededor.
Pero aquella querida muchacha tenia seis mil millones de personas que podían llegar a acompañarla; pero no había ninguna.
Y aunque su integridad no los necesitaba, ella estaba sola igual. Tan sola, tan sola que la única acompañante era su propia soledad.
Y se canso de estar sola, entonces buscó compañía en ella misma. Y habló, se rió y discernió consigo hasta aburrirse; incluso se peleó.
De manera que dijo basta, la situación no podía seguir mas así, entonces decidió tomarse unos días para reflexionar tranquila y sola.
Y si creían que solo ella se sentía sola, estaban equivocados, pues él nunca había estado tan acompañado en su vida. Acompañado de recuerdos, de angustias; en su oscura alma sonaba una melodía terminal. Y eso lo hizo llorar.
¿ Pero habrán sido felices juntos?
Quizás sí. O tal vez solo sea una historia de desconocidos que por única vez en la vida se unieron por su desgracia.

* * *

El vacío, como alguna vez dijo un loco, no es más que la totalidad de pensamientos de un pesimista.
Es decir, si uno trabaja con la obviedad no puede esperar que el lento cuestione su tarea.

A pesar de todo, los críticos también están expuestos a la rigurosidad de las personas, y por ello perciben opiniones, apreciaciones, dictámenes y diversas calificaciones que no tienen otro objetivo que el que le da el censor.
En el humilde pero trabajado libro de poemas Catálogo de Sentimientos, del escritor del mismo, el primer verso -que es acompañado de una declaración de amor pública-, muestra la condición humana desde un punto de vista no visible:

Transparente es el aire,
transparente es el mar,
lo mismo que tu sonrisa
transparente es el cristal.

Oscura es la noche,
oscura de verdad,
lo mismo que la tragedia,
oscura si tu te vas.

Blanca es la fría nieve,
blanca cual claridad,
como el papel donde escribo,
con el amor que me das.

El progenitor de este regusto, dejó de alegrarnos con sus poemas por decisión propia. Según se dijo, el último premio de literatura que recibió de manos de la entidad que otorgaba esos premios, lo dejó sin entusiasmo para las letras.
No es casual que un ser humano prohíba asimismo su talento, si su propio talento se supera.
En todo caso, los damnificados, seremos todos.

* * *

Ella, irremediablemente, sabía todo lo que pasaba.
Adivinó en su momento lo más importante, y eso, fue su arma implacable.
Él, indefectiblemente, sabía que la quería.
Comprendió que ella era lo más importante, y eso, fue su debilidad.
Ellos, irresistiblemente, se buscaron.
Juntos, entendieron que, aun pequeño, la vida tiene un sentido.
Juntos, descubrieron el sentido de todo, el sentido del amor.

* * *

La dulzura como demostración de ternura e inocencia (que no tiene nada que ver con el antónimo elemental) aparece como tema, argumento, trama, e incluso como pretexto para la mayoría de las obras literarias y musicales (y esto va en serio).
Los poetas, no debieran sentirse apartados espiritualmente del mundo creativo, porque ellos arman su literatura con lo que en definitiva es el combustible del mundo. *

* Como todos ya saben, el texto escrito en cursiva indica que no pertenece al autor de este libro, por lo tanto, no es responsable de los mismos. (Nota de R.P.)

Juicio Diez. ACERCA DEL AMOR Y OTRAS PATRAÑAS *


El cuento (ya hablamos de él hace unas paginas), en lo que concierne a lo estricto no sufre modificación alguna con el resto de las obras literarias. Por el contrario, cada vez que de este se esté hablando, no se tomará ningún tipo de connotación alegórica a la literatura.
En los casos en que el cuento haya sido modificado, parcial o totalmente de su trama original, se establece que lo subyugante se toma como fragmento de realización.
La utilización del lenguaje es aleatoria con el resto de los materiales a convenir en la elaboración del cuento, no por esto se pretende que la obra carezca de individualidad, sino que se va apoyando en sus tres etapas por las características propias del cuento.
Cuando carezca de puntos de vista diversos, la obra tomará rumbos desconocidos hacia esos mismos puntos.
No obstante la diferenciación de uno u otro estilo se verá sujeta a quien se vea involucrada en la argumentación y la condición de autor-receptor.
El giró que tome permanecerá solo cuando este sea necesario.
Nunca la contradicción de una parte con otra será analizada según las pautas aquí dadas, de lo contrario estaríamos contradiciéndonos.


* * *

Es maravilloso como el autor de estos ensayos destaca que las características dinámicas de una narración pueden doblegar su apuesta si su invitación (en este caso la segunda) es tan locuaz como la heterogeneidad presente entre el cian y el magenta.
En su intento por aplaudir de pie al cuento, este artista, que ya nombramos anteriormente, pasa por alto la pieza fundamental de los puntos que él cita: ojalá se dé cuenta cual.

De todas maneras, y para ir cerrando la expresión, me obligo a corregir el enunciado del colega diciendo que, el factor capital lindante nunca se revierte si su discurso es fijo.

* * *

Don y su Tercera Visión.


Si dijera que la muchacha que tiene pelo rubio casi rizado se viene comportando pésimamente no estaría para nada errado, pues el proceder de la chica que vive en mis pensamientos las veinticustro horas, no es de lo más aceptable; de todos modos su actuar hacia mí siempre fue excelente.
Igual, no es este el tema del cual les voy a hablar.
Primero quisiera situarlos en el lugar de los hechos: diez de la mañana, sol brillante, viento ausente y gente feliz.
Todo perfecto, hasta que, camino a la barbería, como lo hago religiosamente todos los sábados a esa hora, me tope con un viejo amigo con el cual numerosos años nos habían separado.
Parecían sus actos normales hasta que me pidió que lo acompañase unas cuadras.
Si debo decir la verdad, la calle a la cual me condujo no era de las mas concurridas por los habitantes del pueblo, ni mucho menos la más pintoresca. Pero eso no era relevante sino no fuera por lo que pasó luego.
Llegamos a una casa que, aunque tenia cierta apariencia siniestra, se veía solo como una simple vivienda deshabitada.
Inesperadamente, mi antiguo compañero de regimiento (nos conocimos en el servicio Militar), me pidió que habrá la puerta y entre a aquel domicilio sin vacilar. Tardé en responder, pues no estoy acostumbrado a estos acontecimientos, pero al fin y al cabo pasé.
Me encontré primero con un piso casi... casi... ¡Bueno!... Bueno no, el techo estaba completamente..., es decir..., lo que pasa es que no alcanzo a leer.
Ya me pasó la otra vez... que no pude terminar de contarles...

Bueno... no me queda otra alternativa que parar acá... me duele por mí pero más por ustedes... pero en serio, la próxima vez lo paso en limpio y después lo leo.
Por ahora, sepan disculparme.

* * *

Otra vez el autor de estos relatos, nos deja esa fantástica intriga que aparece ahora con el nombre de Don y su tercera visión. En realidad, mucha gente se vio fastidiada por esos cortes en el argumento y dejó de consumir a este dramaturgo.
De todas maneras, ¿qué sería de las anécdotas de Don si las terminara de contar, tendrían la misma gracia, serían originales, haría cambiar de opinión a la gente, plantearía una polémica literaria, abandonaría sus raíces, descartaría continuaciones posteriores, solucionaría la exigencia de los lectores, desterraría toda las criticas, cambiaría el mundo?.A pesar de todo, nunca supimos de la segunda visión; ¿quizás no habrá alcanzado a leer nada?.


* Agradecemos la participación (rica, vasta y comprometida) de Tomás Canosa en este Juicio.

SEGUNDA PARTE. Juicio Once. LA RESPUESTA INOLVIDABLE


Hace un par de años (yo, el autor de este libro) tuve un encuentro con viejos amigos que me dejó como legado, moraleja, regalo, y/o enseñanza, una conclusión o resumen de mi vida.
Esta conclusión o resumen de mi vida que se dio por un encuentro con viejos amigos hace un par de años y que me dejó un legado, moraleja, regalo y/o enseñanza, me sirvió para reflexionar sobre mí.
En tanto, esta reflexión sobre mí que se dio a partir de haber hecho una conclusión o resumen de mi vida, producto de un legado, moraleja regalo y/o enseñanza salida de un encuentro con viejos amigos hace un par de años, me hizo ver las cosas diferentes.
Y vi las cosas diferentes gracias a una conclusión o resumen que saqué sobre mi vida (que me dejó un legado, moraleja, regalo y/o enseñanza, cabe la aclaración) y que me sirvió para reflexionar sobre mi, después de haber tenido un encuentro con viejos amigos hace un par de años, (yo, el autor de este libro).

* * *

A través de las zonas mas pobladas del universo, observamos distintas particularidades que se encargan de formar el ambiente más propicio para el bienestar público y privado y se autorizan a cometer la búsqueda de sinsabores y castigos, a quienes vapulean el método de investigación con los que practican esta misma búsqueda. Los resultados siempre son similares: negativos, ¿por qué?, nadie alcanza a conocer los detalles con los que se revocan las ordenes de quien da las ordenes.
Todo esto aparece tras haber leído el disparate, el absurdo, la ligereza, la patochada que nos antecedió y que fue “escrito” por un disparatado, absurdo, ligero y... autor de una patochada.
Sin embargo encontramos cosas interesantes en este anónimo, descubrimos entidades metódicamente exactas en su variación, que son inmediatas y a la vez colindantes en su gnosis.

La Sabiduría que muy bien desmenuza este mismo literato en su último libro Sabiduría, se compone de dos aspectos principales: El Saber y la experiencia, y eso es algo que nadie puede objetar. Primero, ¿qué es Saber?: Yo sé, tu sabes, él sabe, todos sabemos y así quedamos gozosos de Saber. Ahora, la experiencia, no es tan fácil de repartir; ¡no!, esa se gana con algo que la mayoría codicia, con algo que la totalidad apetece y que a la suma de los individuos se le antoja, y es nada menos que la Experiencia.
Segundo. ¿Qué es la experiencia? : Yo experimento, tu experimentas, él experimenta, todos
experimentamos y así quedamos gozosos de experiencia. Ahora, el Saber, no es tan fácil de obtener; ¡no!, eso se gana con algo que la mayoría codicia, con algo que la totalidad apetece y que a la suma de los individuos se le antoja, y es nada menos que el Saber.

* * *

El Retardado.


Solo el retardado se quedó, el resto con un poco de inteligencia se fue retirando poco a poco.
El retardado no sabía nada de nada, pero, paradójicamente, intuía que la estaba pasando mal.
Intentó retirarse varias veces, aunque algo en su interior le dijo que se quedara. Y allí estuvo por un largo rato, parado, esperando algo que solo él podía esperar.
El ambiente le era hostil, pero el retardado seguía allí, vaya uno a saber porqué.
Y los minutos pasaban y el retardado no se iba; es que tampoco tenía motivos para irse.
Hasta que se sentó. Y así estuvo un rato largo, demasiado podría decirse.
El retardado sabia tener sus extensos periodos de pasividad, periodos en los cuales no tenía contacto, aún, ni con el mismo. Sin exagerar, el retardado, solía matar a su cerebro durante un tiempo. Después, con un poco de optimismo, lo resucitaba. Pero esta vez, el retardado se había sobrepasado. Nunca antes se había idiotizado de tal manera. Por lo menos no tanto tiempo.
Pero el retardado no era tonto, solo era retardado, por eso se levantó y se fue.

* * *


Que inusitada esta fábula (insólita y desusada a la vez), que nos enseña
la indeterminación mental de un individuo garante de sus propias acciones y tendencias. O lo peor, ¿ para qué decir más de esta admirable manifestación de situaciones desordenadas, que lo único que hacen es confundirnos y guiarnos hacia el mejor entendimiento de su significación?. No así, la fábula como elemento fingido, es una colección de erróneas condiciones planteadas por un protagonista o por alguien que sin querer ser la seducción central, dispone parámetros iguales de confusos que los del ente eje.
¿Hablamos ya de las fábulas?. Sí. Entonces no perdamos tiempo y desarrollemos las representaciones que desembocan en la imaginación.
La imaginación, como supo decir aquel político tan cuestionado por sus fieles seguidores, es “ un rosario de barbaridades con la que nos alimenta la percepción”; por supuesto que la idea no es mala si lo tomamos de quien viene. Por otra parte, dijo incluso que “ el clasicismo no se obtiene de un día para el otro, sino que necesita tiempo para que madure”. Estos dos axiomas se relacionan entre sí por medio de su autor, a través de su palabra, de su clásica imaginación.
Distinta es la observación primordial que descubrimos si mezclamos la noche con el día, que no se juntan nunca, sino que en realidad son un mismo organismo que varía hacia otros matices que los sensibles no alcanzamos a distinguir. Los que sí diferencian esas gamas, nunca conocieron ni el día ni la noche, sino que solo frecuentan esa curiosa transición.

* * *

Cuan anormal esta quimera (asombrosa y extravagante simultáneamente), que nos muestra
la irresolución cerebral de un personaje responsable de sus oportunas funciones y estilos. O lo malo,
¿para que explicar más de esta agraciada revelación de escenarios trastornados, que lo único que hacen es engañarnos y enviarnos hacia el conspicuo sentido de su juicio?. Asimismo, la parábola como mecanismo encubierto, es un muestrario de inexactas circunstancias esbozadas por una figura o por alguien que sin querer ser la atracción capital, instala medidas iguales de equívocas que las de la existencia-equilibrio .
¿Conversamos hoy de las leyendas?. Por supuesto. En tal caso, no malgastemos períodos y desenvolvamos los perfiles que confluyen en la ¿imaginación? .
La ¿imaginación?, tal conoció señalar aquel gubernativo tan regañado por sus devotos incondicionales, es “una sarta de atrocidades con la que nos excita la inteligencia”; lógicamente que la imagen no es virulenta si lo atendemos de quien se manifiesta. Además, expuso inclusive que “la costumbre no se conquista de una época para otra, sino que requiere períodos para que florezca”. Estos dos principios se pertenecen entre sí por poder de su vocero, a través de su mensaje, de su ¿imaginativa? costumbre.
Contrario es el análisis básico que desembuchamos si fusionamos la oscuridad con la claridad, que no se unen jamás, sino que en verdad son una similar asociación que cambia hacia nuevos tonos que los impresionables no logramos discrepar. Los que sí discrepan escalas, en ningún tiempo se rozaron con la oscuridad ni con la claridad, todo lo contrario, solo acostumbran esa entrometida metamorfosis.

* * *

Engendro.

Un movimiento brusco, el llanto furioso, la desgracia de la vida, una voz tímida...
-¡Lo lamento señorita, la nena es deforme, deforme como un demonio!...
Anochecer del 10 de octubre de 1970. Viernes. Las agujas marcando las 18.00, las sábanas revueltas en la cama tibia de una precaria construcción, un rubor inédito en las mejillas de la madre, el rostro perplejo del padre y los brazos del doctor que inauguran el asombro, para las primeras lágrimas de rencor.
-¡Maldita!... -le sale al padre, la vista clavada en los ojos oscuros, el brazo izquierdo anidando aquel fruto, el puño derecho formando un testimonio de bronca, el corazón acelerado por la emoción del peso que significa haber creado a esa criatura.

No imaginaban que habían engendrado a alguien esperado por muchos. Que ese manojo de odio, anormal y terminante, era un enviado. Una bisagra en la historia.
En aquel pueblo sin asfalto, sin brillos ni encanto, donde el único bien común era la indigencia, le dieron combustible a un colérico tren, que no discrimina cuando hace daño.
Él dejó la habitación. Salió junto al doctor. Ella se quedó sola con su bebe. La miró.
-Te estuve esperando hija... -sonrió muy fuerte, nunca había estado tan feliz en su vida.

* * *

La Final del Mundo.

Alberto observó con cierta admiración como Pancho dormitaba sobre una vieja frazada, con la tranquilidad que tiene un niño cuando arma un castillo de arena. Aquel perro, consentido, perezoso, era por sobre todas las cosas, su consejero silencioso. Bastaban solo un par ladridos para dar el “OK” cuando Alberto le preguntaba algo.
Y ese domingo, Beto y su can, tenían una cita de honor. El fútbol los convocaba, los unía en una mañana de final frente al televisor. “Su” River, el River de su infancia, el de tardes de lágrimas y sonrisas, el River por el cual soportaba soles de frente y toleraba apretujones y aludes de hinchas enardecidos por un gol, ese River, jugaba la final del mundo contra los italianos; tipos aguerridos, pegadores, veteranos de mil cruzadas futbolísticas.
Alberto no había dormido en toda la noche, era demasiado para él. Había ganado todos los campeonatos y copas posibles. Menos esa.
A las seis y media compró el diario, preparó unos mates y de pasada, gastó por anticipado a Julián, su vecino hincha de Boca. Y ese era otro problema.
Alberto vivía en una pensión de La Boca desde que tenía veintidós años. Era el blanco perfecto para todo tipo de cargada cuando los clásicos rivales se enfrentaban. Y lo peor. Nunca había podido lucir la camiseta de sus amores en público, por razones obvias.
-¿Hoy ganamos Panchito?...El perro ladró incesantemente. Ese “OK” lo dejaba tranquilo. Al menos por ahora.
El encuentro ya había comenzado, el que dominaba era River. Alberto temblaba como en un día de invierno y Pancho desde su camastro, le transmitía tranquilidad.
Para los treinta y cinco del primer tiempo, el travesaño permitía que la Banda no caiga en el resultado. Los Argentinos, ahora, poco y nada; un remate de Sánchez quizás pudo haber aligerado varios corazones, pero nada más. Alberto, cada vez mas loco.

Los minutos pasaban y el segundo tiempo ya era un hecho, con los gringos arriba en el marcador. El lateral derecho de River, pifie mediante, permitió que el nueve “mole” de ellos, convirtiera con la mayor comodidad.
-¡Me quiero morir! –Beto buscó en Pancho una esperanza, un compañero que le diga: no te preocupes, ahora lo damos vuelta. Pero el animal estaba dormido, ya no podía escuchar un ladrido que estire la ilusión.

Sin embargo, a los ochenta y ocho del complemento se produjo un milagro, un suceso que podía emparejar la cuestión: ¡penal!, y el encargado de la ejecución era Amadeo. Mario Amadeo, nacido en Balbanera.
El corazón de Beto estalló; el mundo le daba la oportunidad de ser libre, de poder gritarle a todo ese barrio hostil: ¡Viva River! Y aunque ese tanto solo le otorgaba la igualdad, Beto se sentía poderoso, casi Campeón.
Alterado, excitado, zamarreó la cola de Pancho para despertarlo. Ese era un momento que debía compartirlo con el compañero inseparable, con su consejero silencioso.
-¡Pancho!...¡Pancho!...¿lo mete? -Beto se quedó duro, el planeta dejó de dar vueltas.
-¡Panchito...! -Pancho lo miró fijo, pero no movió un solo pelo de los millones que le cubrían la trompa.
El televisor se apagó antes de que la pena máxima se ejecutara. Estaba todo dicho. Otra lagrima más que Alberto derramaba por su querido River.

Juicio Doce. ADIÓS A LOS NIÑOS

Es malo hablar de tristezas cuando las sombras de la noche envuelven la pradera. Guarda las penas para mañana cuando el sol brille y veraz que no son tan negras. *

* * *

Para explicar el volumen y el tonelaje selecto de la “Fantasía”, nadie mejor que alguien que derroche estos ensueños y quimeras. Desde ya, no son, ni fuimos pocos los que nos regodeamos con esa virtud innata que nos permite fusionar tiempo y espacio sin ningún reparo ni culpa.
Y demás esta decir, que siempre se obtenían plenos y positivos resultados a la hora de la “evaluación” de los que ya no se permitían estas deidades, los cuales seguramente, hubiesen querido continuar permitiéndoselas por mucho tiempo más.

Por eso a partir de aquí, y, con el lógico agradecimiento y consentimiento del lector, que ya a llegado al Juicio Doce (alzar un poco las vista...), ofrecemos una selección substancial, rica y cardinal de fantasía estrictamente infantil. Una visión módica de la infinita alucinación infantil, que, como aclaramos precedentemente, estimulamos al leyente a disfrutar a partir de esta carilla.
Y a modo de comentario último, previo a la lectura de las visones módicas, las infinitas alucinaciones infantiles y las selecciones substanciales, ricas y cardinales, reculamos en reiterarle la invitación al deleite de esto largos y cortos relatos (dependiendo de su duración), que más que relatos son narraciones (dependiendo de cómo se lo llame).
¡Leedores!, no más palabras.

* Textual del hombre que camina.

Juicio Trece. YO NIÑO


Lo que ustedes observarán desde ahora, no es mas que una serie verídica * de relatos, cuentos e historias que algún niño a escrito cierta vez en este mundo en algún tiempo remoto (cuando era niño).
Por lo tanto, estas narraciones deberán leerse como lo que son: historias escritas por niños, con los errores e ignorancias gramaticales de un infante y, sin la absoluta participación de el autor de este libro (excepto el autor de este libro cuando era niño) .
Por lo tanto, no se aceptan correcciones casuales ni asombros ante faltas de orden literario ni técnico. Menos que menos, se admitirán advertencias lingüísticas, ni tampoco se podrá reparar ortográficamente la lectura a medida que esta transcurre.
(Desde ya , el autor de este libro no tiene inconvenientes en que estas licencias se lleven a cabo en la totalidad de este libro).

* * *

El Poso de la Ciudad Perdida.

Hace mucho tiempo, Joe Paster iniciaría una gran expedisión, que reuniría a 8 personas. Joe Paster les dijo, ¿querrian aser una expedición al poso de la ciudad perdida? – respondieron- ¡Usted esta loco!- No señores no soy loco, soy un científico y e inspexionado planos y libros que tambien nos alludaran. – ¿Pero Joe Paster, no tenemos materiales, como podriamos viajar a ese gran poso?- No importa trabajaremos y ganaremos plata para comprar palas, mochilas, sogas, cuerdas y todo el equipo de alpinismo, etc. Bueno señores vallan a sus casas, descansen porque falta poco para la
expedición- y cuando es?- bueno la expedición es dentro de dos semanas, a las 9:30 de la mañana.

A la otra mañana- buenos dias señores ya tengo el plano exacto, miren- Este es el plano donde podremos guiarnos- De donde los sacó Joe Paster- Bueno 1º los saque del libro mayor de la biblioteca de mi tatarabuelo- 2º llamenme Joe, les será mas facil.
Lo primero que tendremos que hacer es, de la ciudad ir a un castillo del Mago Fohr, después al de Hers, después al de Line’s, después al lago de las tortugas jigantes, después al cementerio de dinosaurios, después al desierto de los ongos, después tendremos que escalar la gran montaña, después a la escalera del fin, finalmente al gran poso de la ciudad perdida y después regresaremos a la ciudad.
Al otro dia-Buenos dias - ¡Buenos dias! – durmieron bien? - ¡Si! – Este es el libro del que yo les contaba. Este libro es muy importante no hay que perderlo si no seria un fracaso. Ahora iremos a entrenarnos para recuperar fuerzas físicas-. –Bamos- y después del entrenamiento, Ufff Ufff Ufff , estamos cansados- -¡Si! -se suponia-
Ahora como siempre a sus casas-.-¿Joe mañana venimos?-.-Si vengan por fabor- Al otro dia – Señores les tengo una sorpresa, iremos a dar la vuelta al mundo ya tengo los pasajes-.- Hoo Hoo Hoo- Bueno esta es la lista tomen:

2 camperas
3 pantalones
4 camisas
2 pares de medias
2 pares de sapatos
3 calzones
5 remeras
1 maquina de escribir
2 remeras
4 bolsos

Mañana los espero en el aeropuerto - ¡Bueno!- y cuando estan en el avion – Señores abrochensen los cinturones de seguridad por fabor – y después del viaje – Señores hoy es el gran dia - ¡¡¡Quee!!! – Si hoy es el gran dia!- Ballan a sus casas y agarren las cosas- y después empezaremos.
Y llegaron al poso donde inspiraron ir – Bueno alli esta- Bueno empesemos a bajar, saquen las palas muchachos- pasaron 8 horas- después de 9 horas y cuando llegaron ¡¡¡Biba!!!-llegamos pongamos las banderas- y después- Ufff Ufff Ufff –llegamos a la ciudad- Bueno yo queria decir que les agradezco con el corazon que hayan acompañado a esta gran expedición-.- Asta siempre muchachos, Asta siempre Joe Paster.

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Literatura soberbia la que nos regala el pequeño dramaturgo de esta maravillosa narración de ensueño, bautizada El Poso de la ciudad perdida.
Quien pudiera poseer semejante sagacidad para figurarse este ambiente tan ilusorio, tan artificial, tan yeno de herrores ortograficos. Quien pudiera conservar aquel solemne libro que guió a estos hombres a llevar a cabo la más fastuosa de las aventuras, el mas pulcro de los episodios pueriles.
La de vicisitudes que deben haber vivido esos varones, tan llenos de astucia, de ingenuidad, de ignorancia, de sometimiento, de picardía hacia lo desconocido. No caben dudas: les cambió la vida.

A continuación, el mismo autor, nos complace en presentar su segundogénita obra maestra, escrita días después de la que nos precedió.

* * *

OVNI 63-40.

En el año 2501 d.c. todo era paz alegría y tranquilidad para la gente, no había ruidos ni molestias, y ni siquiera cobradores. En esa ciudad vivia una familia muy pero muy pobre. Ellos, principalmente el hijo mayor, pedian limosna para poder comer, pero lo unico que los salvaria seria la heredacion de un tio del chico, el tio les habia dejado 50 millones de oriones. Alli no habia ni presidentes ni nada. En las casas estaban los padres que mandaban a sus hijos, le faltaban dos años para heredar esa gran fortuna.
En una tarde muy calurosa se aparecio una gran luz potente, que asta derritiria un avion yet, toda la gente huia a sus casas para refugiarse, y esperaban a que pace algo, en ese momento el OVNI descendió en un gran edificio, la gente empezo a protestar porque sino destrozaria todo.
Dos muchachos valientes llamados Peter y John fueron asta el OVNI y entraron. La gente aterrorizada no quiso ni ver, los muchachos llamaron al ejercito de EEUU y URSS. Los ejercitos no los quisieron ayudarlos, los muchachos fueron a robar a una casa de armas. El OVNI empezo a atacar con rayos laser, pero no paso nada, el OVNI secuestro a los muchachos. El abuelo de los muchachos mando a llamar a una escuadrilla de abiones de ataque, los abiones hisieron lo que podian pero murieron. Los chicos encontraron paracaídas y encontraron tambien una endjia por donde podrían salir. Pero antes de largarse, una voz extraña les dijo, Vinimos en son de paz. Nosotros no le aremos daño. Los muchachos se dieron vuelta rapidamente y se encontraron con un pequeño hombrecillo, de mas o menos tres pulgadas, el diminuto hombre salio de la nave acompañando a los muchachos.
Peter y John eran muy amigos del chico pobre , después los muchachos fueron a mostrárselo al chico, y el chico asombrado, lo agarro y salió corriendo para el jardín, se lo mostro a su madre y a su padre.
Después de unos años el muchacho ya se habia echo famoso con el hombrecillo. Gano plata y a habia heredado la fortuna de su tio, era muy rico y no solo conocio al hombrecillo, si no tambien a su nave y a su planeta. El volvio a la tierra, se caso y fue directamente al planeta Rendex G-3, donde se habia instalado.
Peter estaba solo y desamparado, y al final se murio. John se habia casado, pero tampoco fue feliz.

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Una demostración mas del genio de este niño-adolescente-adulto, que no repara en plantear cuestiones tan vigentes y actuales como la miseria, la esperanza, la bravura, la indiferencia y la negligencia.
Temperamento, podría decirse, es lo que le sobra a este ilustre talento literario. Una capacidad intelectual superior a la de muchos otros aptos, que han sido menos que él, y que no caben vacilaciones a la hora de denominarlo un escritor discreto, sin demasiados destellos, quizás uno mas entre tantos, de poca talla, simple, casi sin trascendencia, desconocido. Un niño.

Por estas razones, les brindaremos tres historias más. Tres excitantes novelas más. Tres intrigantes ficciones más. Solo tres más. Y listo.

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El Misterio de la Estatuilla.

En el año 1971, en Hawai, habia dos muchachos que se llamaban Alex y Adam. La abuela, de Israel, disiendo en una carta que ivan a heredar 20 millones, desidio que vayaran a Israel. Pero para heredar esa fortuna, tendrían que llevarle la estatuilla de Franganklinght, pero ellos para encontrar la estatuilla, tendrían que cruzar la Cordillera de los Andes, todo Rusia y todo Francia, no era fantasía era una leyenda.
En ese momento, los chicos habian recibido la carta de la abuela de Israel, y se asombraron, uno de ellos dijo-¡Es demasiado para dos chicos, pero si queremos la herencia tendremos que hacerlo!-, los chicos estaban un poco desorientados y recurrieron a un viejo amigo de ellos, que era dueño de la biblioteca del Bajo Hawai.
Adam y Alex le contaron todo, y el viejo dijo-¡La estatuilla de Fraganklinght habia sido partida en tres partes por Felipe II de España, por eso tendran que ir a tres partes distintas del mundo!-, -Si quieren yo los puedo ayudar como guia!- Pero no, los chicos desidieron que lo tendrían que hacer ellos solos sin ningun tipo de ayuda.

Capitulo I “Los Andes”.
Al dia siguiente los muchachos partieron hacia las altas y nevadas montañas de los Andes, el barco se retrasaba y no venia, todos estaban preocupados. Al fin y al cabo se tubieron que ir en avion.
En el avion la estaban pasando bien hasta que se escucho un ruido infernal, se habia roto un ala y el avion empezo a bajar y se estrelló con el agua.
Hubo algunos sobrevivientes, algunos de ellos eran Alex y Adam que se habian agarrado de una de la maderas que habia en el sotano. De alli nadaron algunos kilómetros muy cansados, pero a la hora y media paso un barco y los juntó. Por fin legaron a Chile y de alli a los Andes. Por un mes se habian quedado a vivir en la casa de un tio que vivia cerca del Aconcagua en un pueblo llamado “Gaunlieed”, el tio les explico que uno de los pedazos de la estatuilla que ellos buscaban estaba guardado en el galpón de un viejo amigo que habia muerto. Los chicos impacientes quisieron ir a investigar, pero la casa quedaba demasiado lejos, entonces los llevo en una rota y destartalada camioneta de los años 40 y se pusieron en camino, de pronto un fuerte tornado arraso con ellos y los tiro a un rio que habia ceca de la ruta, los muchachos y el tio estaban todos mojados y se pusieron al sol para secarse.
Después de caminar un largo rato llegaron al motel “Asurich” donde se podia comer y dormir muy barato.
Al tio le habian quedado algunos dolares y entonces pudieron pagar tranquilamente sin ningun tipo de preocupación ni molestia, se quedaron una noche y a la mañana partieron rumbo a la casa del viejo.
El tio era muy charlatan siempre contaba historias del viejo disiendo que era abaro porque a la tarde tomaba agua caliente en vez de tomar café y que se ponia papel de diarios en vez de medias.-¡Que avaro exclamo Adam!-.
Por fin habian llegado, entraron muy asustados, la casa estaba tan podrida que se le podia caer el techo en la cabeza, fueron al sotano y estaba el pedazo de la estatuilla. Fin del capitulo.

Capitulo II “Rusia”.
Rusia para ellos era la misión más difícil que tendrían que resolver, y se pusieron en marcha, según otra carta de la abuela de Israel, el otro pedazo de la estatuilla se encontraba en Moscu.
Los muchachos preguntaron y nadie sabia de tal, y tuvieron que recurrir a un científico historiador, el sabia donde se hallaba la estatuilla, pero no quiso hablar nada de ella. A la noche cuando el señor se habia ido, Adam y Alex, entraron cuidadosamente, porque estaba el guardia. Alex le tiro un jarron por la cabeza y ¡que imaginaban!, adentro del jarron se encotraba la otra parte. Fin del capitulo.

Capitulo II “Francia”.
Lla en Francia se pusieron a buscar por todos lados sin encontrar ninguna pista, hasta que una voz extraña les dijo-¡Que buscan!- y Adam dijo- ¡Un troso de la estatuilla de Fraganklinght!- . – Yo sé de ella- exclamo el extraño-si quieren los puedo ayudar, y los chicos quisieron, entonces el señor los llevo a un café para charlar y el les dijo que estaba en uno de los caños de la “Torre Eiffel”, pero que si la querian le tendrían que dar la mitad de la herencia. Los muchachos asombrados se quedaron con la boca abierta y sin decir ninguna palabra. Para ir al otro lado de Paris tendrían que cruzar el rio Sena. Ya en la lancha partieron para la “Torre Eiffel”. En un momento oportuno al señor se le cae el reloj y Adam aprovecha a tirarlo al agua, total no sabia nadar. Cuando ya estaban en la “Torre Eiffel” agarraron el pedazo y se fueron para Israel.
Ellos se fueron a la casa de la abuela y estaba demolida hasta el palo del cartero. Fueron a la municipalidad y el alcalde les dijo que habia sido demolida por no pertencer a nadie y por ser muy vieja, pero los chicos dijeron- ¡No puede ser, alli vivia nuestra abuela!- El alcalde sabia pero no les quiso decir nada hasta que se los dijo –¡Su abuela murio hace una semana y le dejo la herencia a un hermano de Alemania! Y Adam y Alex casi no se morian de angustia.
Pero Adam y Alex no se arrepintieron nunca. Fin.

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Pongámonos de pie ante semejante capricho de la escritura universal. Animémonos con tamaño antojo de este menudo ensayista. Hagámoslo, porque es bien valido su aporte a las letras, pero sobre todo, es fundamental insistir en que este chiquillo tiene grandes falencias en su discurso. Grave seria la afirmación mas adecuada.
Por eso, para comenzar esta merecida crítica, podríamos poner en claro, que existen un cúmulo de patrones que están incivilmente desarrollados.
Seria hipócrita dejar pasar las lacras lingüísticas que estos cuentos baratos poseen, pero para ir concluyendo y redondeando la idea, disfrutemos con todos nuestros sentidos, gocemos con cuerpo y mente, de la última e inocente representación que le ofrecemos al lector y que tanta lástima nos otorga, a ustedes y a los que hacemos este libro, el saber que no habrá mas.

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El Cofre de Oro.

Hace algunos años, un señor llamado David Yerfight, realizo un encuentro con los amigos de la infancia.
Uno de ellos había muerto, entonces David dijo -¡En su conmemoración le pondremos en su tumba el cofre de oro más valioso del mundo!.-, pero los amigos exclamaron, -¿De donde sacaremos el cofre de oro?, -pues escalaremos la gran montaña “Sprequient”, pero alguien exclamó –En donde conseguiremos el material?-, de eso no se preocupen, yo me encargaré-.
En ese instante todos estaban ansiosos de ir, pero después de una hora ya todos subian, hubo muchas rajaduras, heridas, quemaduras y lastimaduras.
Pero en ese mismo instante apareció una gran ardilla de mas de 38 mts, era fuertisima y David dijo: -¡Vamos capturémosla!-, -¡No podemos se puso muy chinchuda y tambien larga gas de las orejas-. -¡Muy bien tirenle las lanzas con fuego!, -¡Listo!, ya la matamos, ahora sigamos-
Pasaron muchos momentos difíciles y tambien gratos , porque cuando habian llegado, encontraron una caverna con un cofre, todos gritaban, saltaban y festejaban.
Cuando estaban de regreso pusieron el cofre arriba de la tumba y David dijo –Michael debe estar orgulloso de sus grandes y queridos amigos-.

* * *

* Cierta, fehaciente, fidedigna, irrefutable. De verdad.

Juicio Catorce. MAÑANA


Respecto a lo dicho, expresado y anunciado en este libro (durante estos inertes juicios que tan poco nos han dejado, pero que tantos atrayentes preceptos nos proporcionó), cabe, educadamente, la corrección de ciertos criterios divulgados, que no tendrían porqué ser calificados bajo ninguna índole, ni mucho menos observados desde un punto de vista ponderoso.
Es por eso que sería desubicado y fuera de lugar, calificar lo que nosotros mismos (yo, el autor de este libro, que reflexioné sobre mí a partir de haber hecho una conclusión o resumen de mi vida, producto de un legado, moraleja regalo y/o enseñanza salida de un encuentro con viejos amigos hace un par de años y que me hizo ver las cosas diferentes) hemos recreado en esta extensa pero breve recopilación de juicios (que nada tiene que ver con el famoso Juicio de Valores pero que, por cierto, tan pocas satisfacciones nos ha dado) Consiguientemente, seria escasa la variedad de fallos que podríamos consumar respecto de esta obra que, ustedes los leyentes, ya decidieron que no van a juzgar. Por lo tanto, si los leyentes ya decidieron que no van a juzgar esta obra, poco importa lo que opine el resto, sobre la tarea que se ha realizado, por lo tanto doy por valido que no se juzgue de ninguna manera esta obra.

En primer lugar, el coloquio no es responsable, como se dijo erróneamente antes, ni tampoco el libro Sicología sin Limites fue escrito por el autor que se nombra. Eso en primer lugar. En segundo lugar, bajando tres puestos, Catálogo de Sentimientos (el gran libro de poemas que citamos en el juicio nueve) no es un libro de poemas, ni tampoco los poetas son el combustible del mundo, como bestialmente se manifestó cuarenta y un renglones mas abajo.

Don y su segunda visión existe (dijimos que no sabíamos nada sobre él), y es además el best seller de este autor que asimismo garabateó Don y su primera visión *, Don y su tercera visión y Don y su quinta visión.
En el prologo de este libro podemos apreciar una bárbara y feroz oración que nada tiene que ver con la idea simple, neta y transparente con la que se pretende formular los pensamientos: “...una espontánea asimilación de hechos práctico verídicos que no tienen otra intención que la de comparar sujeciones funcionales, sin dejar de tomar como meta la perspicacia...”
En este caso debería decir correctamente: “...una sincera reparación de sucesos inteligentemente ciertos que no tienen otra finalidad que la de contrastar ataduras eficaces, sin dejar de tomar como fin la astucia...”
Otro traspié grosero que encontramos se sitúa en el titulo del juicio seis: “Absurdos y Derechos”; en la palabra Absurdos quizás correspondería usarse la letra Z en lugar de la S, pero de todas maneras creemos que no estamos en presencia de ningún traspié el cual debamos hacer hincapié. Es solo un traspié.
Otra falacia, gloriosa y vomitiva, es que la burda historia de ese oso que se come al bicho venenoso sea considerada una “espléndida cátedra de compañerismo” y que se dé a entender que “eleva hasta lo mas alto la camaradería existente en el mundo salvaje.”
A decir verdad, hay demasiadas incongruencias en el transcurso de la lectura de un libro, siempre y cuando consideremos a ese libro incongruente; y excesivos disparates si ese libro lleva el mismo titulo que este. Ahora, si hablamos durante casi tres juicios del Tiempo, lo más lógico y racional, lo menos que podemos ilustrar, lo menos importante que estamos obligados a señalar, es eso.

Que la vida sea mucho más que un simple sueño y que sea de la misma manera un pasaje arriesgado hacia la eternidad, no nos da derecho a pensar que todo es recíproco y que confluye en una misma fantasía.
¿Qué fantasía?..., fantaseen.

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Cuento Sobre tu Muerte.


Eran poco mas de las ocho y media de la noche del ya inolvidable trece de mayo, y un televisor inútil transmitía algo parecido a la crónica de una muerte. No lo miraba, ya se me había cruzado por la cabeza que no podía ser mi amiga la que estaba recostada sobre el asfalto, con sangre chorreando, cubriendo toda su cara y parte de su cuerpo. Allí, a escasas cuadras de ese cuarto con la calefacción a full, bajo un frío hiriente e insoportable.
Quizás por eso -por el frió, digo-, la que hasta hace un par de horas había sido mi compañera y amiga, la misma con la que había vivido, una y otra vez, momentos inolvidables, yacía ahora sin vida a metros de un auto estrujado contra un poste de luz... Seguro que es por eso, por el frió.
En ese mismo momento -la ambulancia todavía seguía allí-, ella se encontraba recostada en medio de la calle. Tenía una remera con un hombre casi irreconocible, aferrada a su mochila armada por ella misma, con la ilusión de partir hacia alguna parte, a encontrarse con quien sabe quien.
Eso era, exactamente: la pura imagen de una chica sola, con un cuerpo de veintitrés años, pero ya sin alma. Con los ojos abiertos, como asombrada de su propia muerte. Y yo con una bronca que no logro quitar de mi pensamiento. Una tristeza eterna que solo sabe regalar la muerte.

La escena está allí, molesta en la cabeza, estruja el estomago, nubla a la vista, aprieta el corazón. Está allí, se fue... Quizás no quiero, quizás es por eso que ya me olvidé de sus defectos.
Solo habían pasado 15 minutos, justo antes de que perdiera el control de su bicicleta. Había hablado con su novio con frialdad en su voz, como si fuera la de siempre... Pero ya era otra historia... El verdadero sentimiento de la gente que la conocía y quería, había quedado reflejado en esos corazones paralizados, en un derroche de lagrimas inexplicable.
Un testimonio sin tiempo, sin espacio... Con las miradas de los curiosos inundándola toda, con el sentimiento de todos nosotros unido en una tristeza desgarradora, provocada por esa imagen, tan lamentable, tan distinta...

* * *

Realmente no sé si seguir hablando sobre lo caótico de la soledad o sobre los efectos que causa el sol cuando cae definitivamente de frente; aunque suena paradójico que se haga presente algo que no está, porque la soledad es eso, ausencia, indiferencia, pensamientos perennes que se pierden siempre en el mismo lugar.
¿Y el sol?, el sol siempre cae de frente e irremediablemente perjudica, no tanto como la soledad que también llega de frente, aunque si hay algo que no es indiferente es el sol.
Entonces ahora si podemos empezar. ¿Qué es la soledad? Alguna vez alguien dijo sobre la soledad: No hay matices ni remiendos, no hay orígenes ni rangos, no hay trato ni posibilidades, no existe nada mas que lo importante, si es que lo importante no trasciende alternadamente.


No cabe la menor duda de que esta excelente frase la recitó alguien asociado a la soledad, porque de otra manera le hubiera sido imposible pronunciarla; No hay matices ni remiendos... !!!, ...ni remiendos...!!!. Atractiva por donde se la escuche.
¡¡¡Ni remiendos...!!!, seductora de verdad.

* * *

Con su compañía, a él le bastaba. Había atesorado de un modo no convencional, pero bastante provechoso, el tiempo que había compartido junto a ella y no estaba dispuesto a perderla.
De vez en cuando sentía la necesidad de hablarle sobre ciertas cosas, que él creía eran vitales para el futuro de esa relación, y en cada intento se quedaba; cada vez que se daba coraje para actuar, retrocedía para volver a empezar, y así mil veces.
“Tengo algo que decirte... no, no ¡así no!”, se dijo mientras cambiaba de posición en la cama. Realmente era un problema serio para él. Lo ponía nervioso el solo pensar en mirarla a los ojos y confesarle que la necesitaba de manera urgente. “¿Te necesito, lo sabias?”.
La noche le servia de mesa para entablar una valiente conversación con una imaginaria compañera, a la cual le confesaba la gran parte de las inquietudes que mortificaban su corazón.

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* Nunca existió.

Juicio Quince. UNA VEZ TE INVENTÉ UNA POESÍA


Inteligencia, agudeza, vivacidad, talento, conocimiento, penetración.
Esas son... sutilezas, que todo hombre anhela a través de su existencia, de su duración en este infinito. Pero hay algo más relevante en cuanto a jerarquía humana se trate, y eso es la “libertad”, que debería llevar mayúscula porque es un término elemental, pero como seguí escribiendo envalentonado con la idea que pretendía expresar, no tuve tiempo de volver a corregir mi irrevocable error.
Y así también –como decía antes-, fue más cómodo y oportuno, explicar lo que es la libertad. Eso. Eso es la libertad. Hacer, pensar, pretender, soñar, sugerir e imaginar lo que inexorablemente nuestra mente nos manifiesta.
Ojo, porque entonces no somos libres plenamente. No poseemos una libertad tan libre, valga la redundancia; de algún modo estamos atados a esa gran masa cerebral que nos acribilla asiduamente, que nos taladra de modo reiterado (casi hasta el hartazgo), que nos gobierna todos esos hechos, pensamientos, pretensiones, sueños, sugerencias e imaginaciones que inexorablemente (ahora se entiende porque inexorable y porque sin mayúscula) nos manifiesta.

Todas estas inclinaciones filosóficas, todas estas corrientes ideologías, todos estos movimientos metafísicos, se podrán disfrutar y leer en el inmediato libro del autor de esta misma obra, que se titulará “Manual para incultos”, pero que difícilmente podamos conseguir hasta que el autor de ese futuro libro decida cual será su contenido.

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Por Siempre Mío.


Vaya uno a saber porqué, pero esa es la primera imagen que me viene a la memoria, cuando el primer día de clase esta tan cerca que ya no existen arrepentimientos. Estoy sentado en una mesa, en el último aula al final del pasillo. Miro a mí alrededor con mucha timidez, con ese bichito en la panza que me dice que es un día espacial y que seguramente lo debe ser para el resto de los chicos que observan de la misma manera que yo.
Afuera todavía es verano, el lunes nace con un sol que no se deja mirar por lo brillante. El saludo más tierno que mi mamá pudiera darme, ya quedó atrás. Ahora soy yo el que tiene “luchar” con ese no sequé que tenemos los chicos cuando vamos enfrentando la vida. Igual estoy tranquilo, o eso creo. Me pregunto cómo será el último día de todo esto, si es que lo hay. Y aunque sigo pensando y pensando, de todos modos, falta tanto que mejor disfrutar de los nuevos amigos, de los juegos, de todo lo que tengo por aprender. Es que quizás algún día lo extrañe. Seguro.

* * *

La diversidad subliminal que los individuos padecen a partir de su adultez, a veces no es tan sobrada como los comportamientos colectivos por los que se atraviesan en esta etapa. Sí lo es el aborrecimiento a lo innegable, a algo incuestionable para la generalidad, pero que nadie se atreve a debatir en su genero y consecuencia. Para eso hablamos con el titulado especialista en este tipo de tramas. “La salvedad de lo que planteamos a partir de lo matemático, nunca se permuta por adicciones a la regla, pero si se contrapone con la pluralidad de la pacificación. De todos modos, desdramatizando el punto, nadie esta exento a estas emergencias morales a las que todos estamos exentos.”

Claro, en parte tiene razón y en otra no. Porque él no toma el discernimiento material desde un punto de vista sensato *, mas bien le responde a los espacios tridimensionales, que gente como él se encarga de desarrollar de manera indiscriminada y fuera de toda ley.
En Por siempre mío, observamos la perfecta reflexión que este infante realiza a partir de un hecho puntual de su vida, que lo marca en ese momento y lo obliga a recurrir a la nostalgia muchos años después.
Por eso hablamos de “individuos que padecen diversidad subliminal en su adultez”.

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Otros Descendientes Absolutamente Trascendentes.

Béridum fue abuelo de Jistra, y su abuela fue Bara. Sus abuelos maternos fueron Sel y Titsa. Sus padres Lah y Faff fueron grandes comerciantes, al igual que Gerg, el segundo hijo de Bara, quien se caso dos veces: con Jika tuvo a Rad, Befde y Venda y con Teri solamente a Didta. Gerg murió 14 años después que nazca Visum, el segundo hijo de su hermano Lah. El tercero fue Gigra.
Sel, en cambio tuvo cinco hijos: Fitre, Faff, Lorad -que no tuvo hijos-, Zeenda y Belau. Fitre formo matrimonio con Jaralá y a su única hija la llamaron Malugi. Faff como dijimos, fue madre de Jistra, Visum, Gigra y dos años después, dio a luz a lo gemelos Almo y Fefi. Los padres de Faff murieron a los sesenta y cuatro años él y a los sesenta y siete años ella y se casó a los quince con Lah.
Lorad se caso tres veces: sus esposas fueron Jasana, Verta y Lilaj. El Padre de Verta fue socio de Beridum y estuvo casado doce años con Kartrne, la hija de Mitga, el herrero. La madre de Verta fue Leias.

Zenda vivió seis años junto a Jesin, pero luego contrajo matrimonio con Milase y fueron padres de dos hermosas niñas: Helika y Fendana. Sus abuelos fueron Gleira y Fisán, padres de Milase. Fisan y Sel fueron grandes amigos.
Didta fue madre de cuatro hijas: Jirian, Mhah, Lucenda y Alada; el padre de la dos primeras fue Vitos y Herten el papa de Lucenda y Alada.
La única esposa que tuvo Gigra fue Fulea, que había estado casada con Sinta, y su hermano Visum fue padre de Jericá con su mujer Dedea.
Jistra estuvo de novio con Malugi, pero solo tuvo hijos con Xeni, a quienes bautizó Tirrá y Vusne. Los padres de Xeni, Kalitrá y Fendevoe, vivieron siempre junto a la casa de Mirjáh, amigo de Pontile y primo de Béridum.
Visák, Tento, Kamarrá y Lido fueron los cuatro hijos que tuvo Befde junto a Fiva. En cambio Rad, su hermano, no tuvo hijos.
La que dio a luz a tres varones y dos mujeres fue Helika; el primogénito fue Sliuda y luego llegaron Giado, Cénica, Mirpa y Poló. Cénica contrajo matrimonio a los diez y ocho años con Gléndivo y fue madre de Ifan y Tnet.
Quien se casó con Lucenda fue Danesan, pero ella solo tuvo hijos con Jorlit. Fal y Udnapo fueron su nombres. El padre de Fiva, Kler, fue pescador y su madre Omina, lavandera.
Cenena no tuvo descendientes; vivió junto a Selida treinta y dos años hasta que ella murió. Felein fue padre de Líloda, Semau, Firud y Masih. Cuando Neníloda conoció a Frando, ella quedó embarazada de Riua que formo pareja con Semau, los padres de Cenena.
Marlé y Fledio tuvieron a Ioné y un año mas tarde a Clinmo, quien fue padre junto a Lifá de Riera, la hermana de Selida.

Klisi, Liluá, Jeliso, Fiegsi, Kantabre, Hinpo, Detis, Ñua, Fiejose, Lei, Maido, Polontró, Fegue, Ronke, Foliono, Fisñun, Áslaga, Fenea, Lenion, Piú, Fiegsu, Niel, Reiva, Cinuá, Jiri, Neiton, y Pilfa fueron compañeros de estudio de Frando. Liluá y Fenea se casaron jóvenes al igual que Piú y Aslaga; estos últimos fueron padres de Lipi y Kosin.
El padre de Ronke se llamó Panammen, quien se casó con Tináh, hermana de Poluf, padre de Maido.
Unian nació del fruto de Maido y Riera, que más tarde fueron padres de Pikna, quien fue una gran cocinera. Unian se casó con Jérica y de su amor florecieron Kitana, Solei, Kal y Uipo.
Gionne y Gla tuvieron dos hijas: Mesea y Mastran. La mayor se casó con Uilio y tuvo siete hijos: Triapo, Strop, Feeli, Pitaus, Mre, Narjas y Seseo. Pitaus se casó a los 14 años con Fefke y fue padre de Jraop quien tuvo un hijo llamado Wlew y otro Sisá. Mesea por el contrario, tuvo un solo hijo, Klau, quien se casó con Peefa y fue padre de Liluá.
Los abuelos de Lei fueron socios de los abuelos de Fleipo, y el padre de Fegue fue amigo de Danio, el padre de Foliono, hermano de Jiluá y Quensu.
Fene fue esposa de Marosperio hasta los cuarenta y cinco años de edad, y luego de enviudar, contrajo nupcias con Flaflá. En ninguno de los dos matrimonios hubo descendientes.
Poluf fue navegante y muy amigo de Jentía, la esposa de Faniteas y madre de Fegue. A su vez, Faniteas tuvo como hermanos a Kronomá, Queliteas y Janián, madre de Blopakan y Giuro.
Flevde nunca quiso tener hijos, aunque se caso con Ziamú, con el cual vivió hasta los ochenta y nueve años de edad. Ziamú tuvo dos hermanos famosos: Gritra y Dejin, cantantes de opera los dos. Gritra fue el mejor amigo de Fiegsu , que se casó con Hirnma y crió a Pñadaman y a Fhe, dos niños adoptados.
El abuelo de Mre, tuvo cuatro hijos: Mti Ra, Mti Lo, Mte Sa y Mti Psa. Este último falleció sin conocer a su hijo Klemotón, fruto de su amor con Jerinás. Mti Ra no se casó con Vevi, pero igual tuvo a Glegui, Blailé, Migen y Hura. Mte Sa fue madre de Mte Ma y Tiplana, una niña ciega de nacimiento. Los hijos de Mti Lo se llamaron Femna, Elro y Ropino.
Ahora bien, Solei se casó con Pleiba, un eximio militar; de su amor nació Grinmara y Henima. Gleito, el hermano de Pleiba, fue padre a los diecinueve años de Clipenté, quien siguió los pasos de su tío y llegó a ser Jefe de Tropas. Este, luego de hacer carrera militar, contrajo matrimonio con Duslicé, con la cual tuvo un solo hijo, Jileas, padre de Béridum.

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Esta apocalíptica demostración de sabiduría, de conocimiento, de sapiencia sobre la historia y la tradición que este brillante autor nos obsequia, es ni más ni menos que el mayor best seller jamás escrito por un autor de su nacionalidad, se titula en forma completa “Abuelos, abuelas, padres, madres, hijos, hijas y otros descendientes absolutamente trascendentes, Vol. VI ”.
Es un deleite práctico el que nos hace apreciar este tremendo literato en su, aunque parezca mentira y nos asombre y nos deje con la boca abierta por el simple hecho de que no lo esperábamos, desde ya, por ser algo que ni se nos hubiera ocurrido pensar, ni mucho menos imaginar, único libro.
Prontamente, luego del fracaso de este manual, lanzó el volumen VII, pero ya sin tanta memoria a la cual recurrir, ni tantos nombres a los cuales apelar. En el transcurso de los siguientes juicios, ampliaremos la muestra de la obra de este estadístico personaje que solo adjudicó el permiso de reproducir su trabajo a otro ensayista que no vale la pena nombrar.


* ¡No, ahí no!.